Las relaciones de pareja pasan por diferentes etapas (enamoramiento, amor romántico y amor maduro), cada una de ellas tiene unas características determinadas y tienen mayor o menor peso los distintos componentes de la relación de amor (intimidad, pasión y compromiso).
Es frecuente que las relaciones pasen por momentos complicados y puede llegar a ser necesaria la ayuda externa de un profesional para lograr resolver las dificultades.
Algunos de los problemas de pareja más frecuentes son:
- problemas de comunicación
- diferencias en valores
- dependencia emocional
- problemas con la familia de la pareja
- problemas de confianza / celos
- dificultades económicas
- hijos
- monotonía
- ….
Una buena elección de pareja debe estar cimentada en:
- Afinidad
- La escala de valores
- El proyecto de vida: para que la pareja tenga futuro es imprescindible un proyecto de vida convergente.Una de las mejores formas de facilitar la felicidad de la pareja es crear, en el presente, un proyecto de vida que se desee compartir en el futuro.
- Comunicación
- Respeto
- Ocio compartido
- Apoyo
Cuando la relación empieza a deteriorarse y se piensa seriamente que no se aguanta más y no se ve salida (se piensa en la separación, divorcio, las discusiones y el malestar son frecuentes...), es el momento de plantearse la posibilidad de que alguien externo y profesional pueda echar una mano.
La terapia de pareja es cosa de dos y normalmente es uno el que da la voz da alarma y el otro, al menos, tiene que estar dispuesto a colaborar. Si no es así, el que ve el problema puede acudir al profesional, que podrá ayudar aunque, lógicamente, con menos capacidad de maniobra.
Las principales áreas de conflicto que afectan a la pareja son:
La toma de decisiones
La intimidad / sexualidad
La comunicación
Dificultades en la convivencia
Pérdida de confianza
Hijos
Problemas con la familia de la pareja
Problemas económicos
...
Una buena comunicación debe estar cimentada en tres habilidades que son básicas:
- EMPATIA: Significa que escuchamos a la otra persona e intentamos comprender su punto de vista, su forma de pensar y de sentir. La mayoría de nosotros no escuchamos bien, en lugar de ello nos defendemos y empeñamos en que el equivocado es el otro.
- ASERTIVIDAD: En virtud de ella expresamos nuestros sentimientos de manera abierta y directa. Además exponemos nuestros sentimientos con tacto, para que la otra persona no se sienta despreciada, atacada o humillada. En la mala comunicación, ocultamos nuestros sentimientos negativos o los manifestamos de manera agresiva en vez de exponerlos abiertamente.
- RESPETO: Tratamos a la otra persona con una actitud de amabilidad, comprensión y respeto, aunque nos sintamos frustrados y molestos. En la mala comunicación tratamos a la otra persona con rivalidad, condescendencia o competitividad como si se tratara de un enemigo al que queremos derrotar o humillar.