La fobia es un miedo desmesurado a alguien, a algo o a situaciones que no son verdaderamente amenazantes. Puede ser a algunos animales (perros, arañas, insectos, ratas, pájaros, etc.…), a la sangre, las tormentas, a conducir, a espacios cerrados, ascensores, aviones, a las alturas, relámpagos, al agua… con una respuesta de ansiedad muy acusada que lleva a evitar esos estímulos o a soportarlos con un gran malestar.
Estos pacientes consiguen adaptar su vida a las limitaciones que les produce la fobia, y normalmente son conscientes de la irracionalidad de sus miedos aunque no pueden evitar el sentirlo.
El tratamiento de este tipo de problemas es la desensibilización sistemática, donde se pide al paciente que se relajarse, luego imaginar los componentes de la fobia, trabajando desde el menos hasta el más temido. Igualmente, se utiliza la exposición controlada y gradual a los estímulos temidos en situaciones de la vida real para ayudar a las personas a superar sus miedos.
Las terapias conductuales abarcan:
- Terapia cognitiva conductista, incluyendo el hecho de aprender a reconocer y reemplazar los pensamientos que causan pánico
- Exposición
- Imágenes mentales placenteras
- Técnicas de relajación
Estos métodos de tratamiento suelen ser muy eficaces llegando a vencerse la fobia en la mayoría de ocasiones y el tratamiento conductual suele tener beneficios duraderos.