Las adicciones se caracterizan fundamentalmente por la pérdida de control que tiene el paciente sobre su conducta y pueden afectar la salud y la calidad de vida de quien las padece y también de las personas de su entorno más próximo.
La adicción o la dependencia puede establecerse respecto a cualquier sustancia psicoactiva, como son el alcohol, el tabaco, pastillas, cannabis, cocaína, heroína…
También puede tratarse de una adicción comportamental o no tóxica. Destacan el juego patológico o ludopatía, la adicción a las nuevas tecnologías entre las que se encuentran la adicción a Internet, al móvil, a los videojuegos, a videojuegos online, y a videojuegos de role o MMORPRG (de las siglas en inglés Massively multiplayer online role-playing game). Otras adicciones comportamentales son la adicción al sexo, al trabajo, al deporte y a las compras. La persona que presenta una adicción no tóxica pierde el control sobre su conducta adictiva, si intenta parar se siente mal, y cuando siente alguna emoción negativa, la mitiga con su adicción.
Las adicciones no son admitidas con facilidad por las personas afectadas, negando que tienen un problema y generalmente culpando a las personas cercanas por los problemas que generan en torno a su uso. La negación de una adicción forma parte de la enfermedad.
La falta de control conductual se pone de manifiesto en los principales elementos presentes en las adicciones:
- Presencia de un deseo intenso o compulsivo de realizar la conducta adictiva
- Dificultades para no ejecutar la conducta
- Presencia de irritabilidad intensa, nerviosismo, impaciencia, cambios de carácter y malestar psicológico cuando no puede hacer lo conducta adictiva
- Se mantiene la conducta adictiva a pesar de las consecuencias negativas que tiene para el paciente
- Dificultades en las relaciones familiares, discusiones y aislamiento
- Bajo rendimiento laboral o académico
- Pérdida del interés por las personas y resto de actividades que no estén relacionadas con la adicción
- Consecuencias sobre la salud
- Consecuencias sobre la economía familiar
Las adicciones tienen una causalidad multifactorial. Aunque en ocasiones puede existir una predisposición genética, también existen factores psicológicos y sociales que son los determinantes que conducen a la adicción. Por ello es muy importante realizar una correcta evaluación de cada caso particular para realizar un diagnóstico adecuado y a diseñar un tratamiento efectivo.
En nuestra consulta atendemos pacientes que presentan problemas de adicción a sustancias, como el alcohol, la cocaína, el tabaco, el cannabis, así como problemas con determinadas conductas socialmente aceptadas pero que pueden convertirse en problemáticas, como la adicción a las compras, a internet, el uso excesivo del teléfono móvil y el juego patológico (ludopatía).
El primer objetivo del tratamiento es conseguir que el paciente asuma que tiene una adicción y que necesita de un tratamiento. El siguiente paso es conseguir la desintoxicación y la abstinencia. Para ello utilizaremos técnicas psicológicas de control de estímulos, técnicas conductuales, asesoramiento sobre el manejo del “craving”, apoyo y orientación a la familia, o derivación para ingreso en Unidad de Deshabituación Residencial / Hospitalaria si fuera necesario.
Una vez conseguida la desintoxicación y manteniendo la abstinencia, el siguiente paso es la deshabituación. La deshabituación es el paso más complejo y largo de todo el tratamiento. Consiste en que el paciente pierda el hábito de la conducta adictiva. No es extraño que un paciente consiga la desintoxicación y la abstinencia y recaiga a las pocas semanas o meses de haber dejado la adicción. La deshabituación psicológica persigue que los pacientes dependientes de una sustancia o con una adicción conductual sean capaces de mantener la abstinencia. Para conseguir la deshabituación desarrollamos las habilidades de afrontamiento del paciente, profundizamos en la gestión del “craving” y le ayudamos a generar un nuevo estilo de vida en el que no exista la adicción.